LOS NIÑOS QUE NO QUIEREN IR A LA ESCUELA
Los niños pasan cerca de 1,000 horas por año en la escuela. Así que, ayudar a los niños a disfrutar su aprendizaje y a ser exitosos en la escuela, es una meta importante para los padres, otros miembros de la familia, y escuelas. Hay dos instituciones muy importantes, el hogar y la escuela, trabajando juntos para exitosamente educar a los niños.
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lunes, 7 de junio de 2010
miércoles, 31 de marzo de 2010
APOYO ESCOLAR A NIÑOS EN CASA
AYUDAR A LOS NIÑOS EN CASA ES TAREA QUE RINDE FRUTOS POSITIVOS.
El ambiente escolar y familiar con sus particularidades generan en los niños la formación del mañana. Las escuelas tienen la capacitad de organizar y sistematizar el trabajo y los logros que cada niño y niña necesita alcanzar, pero esta realidad no sería eficaz si no hubiera el apoyo apropiado en casa, brindado por los LOS PADRES y/o tutores.
Debemos seguir algunos pasos que serviran para que la ayuda eficáz a los niños/as en casa:
1.- Crear buenos hábitos es fundamental.
* Horarios para acostarse y levantarse de cama.
* Autonomía en el aseo personal.
* Tener horarios para la comida.
2.- Las tareas deben tener unos límites claros de tiempo y espacio (en función de la edad del niño acorde al tiempo de atención y fatigabilidad)
3.- Es importante que terminen cuando se ha acordado.
4.- Deben hacerse cuando uno está descansado.
5.- Durante el tiempo dedicado a las tareas:
* No se juega
* No se come ningún tipo de alimento.
* No se ve la televisión.
6.- El espacio físico debe ser:
* Ventilado
* Con buena luz
* Limpio
* Libre de distracciones
Nunca le haremos los deberes a nuestro hijo.
Nunca debemos usar los deberes como penitencia. Esa es la mejor manera de enseñarles que los deberes son un castigo y algo a deplorar.
Nunca debemos insultarlo ni humillarlo ni amenazarlo por su dificultad para la tarea.
Si estamos particularmente irritables, sea por lo qué sea, no nos involucremos en la tarea de ayudar en los deberes. Sólo hagámoslo si somos capaces de mantener el clima de trabajo armónico necesario.
Si el niño debe utilizar todo el tiempo libre que le deja la escuela en los deberes, y no puede jugar ni relajarse nunca, algo está pasando que necesita solución. Los deberes no pueden ocupar más que un rato razonable que no le impida al niño cumplir con otro tipo de actividad tan o más importante: tener tiempo libre, interactuar con pares o con su familia, o jugar solo, o escuchar música, es decir poder tener un tiempo sobre el cual él decide cómo utilizarlo.
Tampoco pueden los deberes ni el rendimiento escolar ser el tema familiar. El niño es mucho más que un alumno, y su vida y su persona están plenas de otras áreas más interesantes. ¡Busquémoslas!
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